Lo importante.

_¿Puedo ir a la fotocopiadora? El otro día me dijiste que yo iría a hacer las fotocopias. Venga, voy yo a las fotocopias, ¿verdad? ¿Qué tengo que fotocopiar? Nada más verme por el pasillo me espetó esa retahila de preguntas a bocajarro. Ni "hola" siquiera,solo el bombardeo. Estaba subiendo a la planta segunda de su curso y no oía más que fotocopias y más fotocopias. - Bueno, toma este libro y que te fotocopien la página 12. Con veinte copias tendremos suficiente. Se fue escaleras abajo como alma que lleva el diablo. Qué solicitud más extraña la de esta gente que no hace ni el huevo luego durante la clase. Eso sí, las fotocopias las mandan hacer a las mil maravillas. -¿Las reparto por la clase? -Sí, Marga, dales una a cada uno y ponte a trabajar sin levantar cabeza. -Sí, hoy tengo muchas ganas de trabajar. ¿Voy a aprobar? ¿Me apruebas la evaluación? No me suspendarás... -Anda, vamos ahora con la fotocopia y déjate de más preguntas. -Si después de tanto como trabajo no apruebo... -Dentro de un cuarto de hora corregimos. Ponte ya a rellenar la ficha. -Mi madre me mata si llego a casa con más suspensos de los que se espera. -Uf, pues estás haciendo méritos para llevarte hoy un grandísimo negativo si no te veo con los ojos puestos en lo que te he dicho. Se levantó a afilar el lápiz. Muy precavida ella iba a escribir la ficha a lápiz y luego, después de corregida en la pizarra, lo pasaría primorosamente a pilot de colores azul turquesa y rosa, alternativamente, para que quedara más bonito, decía con ese toque infantil. - Me acaban de tirar un trozo de goma de borrar...¿quién ha sido el hijo de su madre? - Por favor, a ver, qué pasa... - Nada, que ya sé de dónde ha venido y se va a enterar luego. -Queréis concentraros en lo que estáis haciendo; después salen las cosas que salen. Todo errores. -¿Podemos ir a por un diccionario? -¿Y si nos enciende el ordenador? -Yo ya he terminado. Me han vuelto a tirar trozos de goma quién sea. -¿Puedo ir a beber? -¿Y yo al servicio? -¿Salgo yo a la pizarra a corregir la ficha? -No, no, no, y no. Sal tú, Marcial, llévate la ficha y pon la solución. Los demás atentos. Era la clase del día más terrorífica: última hora, viernes, exámenes finales durante toda la semana. -Muy bien, Marcial. ¿Los demás, qué tal lo tenéis? ¿Cuántos han acertado con los pronombres? -Yo solo he tenido un fallo. -Pues yo no he tenido ni uno bien. No borres la pizarra que lo voy a copiar. -¿Y esto va caer en el examen del lunes? Pues a mí esto no se me queda... qué difícil es, señorita. -¿Y qué pasa si no nos lo sabemos para el lunes? - A estudiar bien durante el fin de semana y veréis como no es tan complicado. - No, pues yo me voy a la comunión de mi primo y de estudiar nada, sólo faltaría eso, que no fuera a la comunión. - Pues que no caiga eso en el examen, ni los verbos, y ya está. - Claro, Marina, ni pronombres, ni adjetivos, ni sustantivos. ni adverbios. ni verbos, por supuesto. ¿Y de qué os pregunto, que podáis responder? - Lo importante es saber leer y escribir correctamente, así que de eso. -¿Y las faltas de ortografía? ¿Y los que no leen con fluidez? - No se tienen en cuenta y ya está. Y a los lentos, se les pone un cohete y a volar... Mientras dábamos cuenta de la ficha de morfología, recapacité en lo que era importante y una cosa me quedó claro y es que hay que amar mucho esta profesión para enfrentarse día a día con la tarea si no la más importante, una de las que más nos deberían preocupar: la educación o lo que es lo mismo toneladas de paciencia a discreción para el profesor. Con estos mimbres...